Al día siguiente ya nos marchamos de Buenos Aires, a las 5am sonaba el despertador, y a las 5:30 nos recogían del hotel y nos llevaban al aeropuerto. Vuelo tranquilo de un par de horas y en Trelew ya nos esperaban, y de allí directos a Punta Tombo, a ver la reserva mas grande de Pingüinos de Magallanes. Experiencia alucinante pasear entre ellos, aunque eso si, tienen mas mala uva de la que parece, y hemos visto un pat de picotazos de los angelitos ☺ Con lo que me gustan a mi los “bichos”, he babeado sin parar.
Después, mas coche y ya nos han dejado en la estancia “Los Mimbres” de Gaiman, pueblo fundado por los Galeses. El sitio es una pasada, hemos estado como en casa, Marcela, la dueña, nos ha cuidado muchísimo, creo que ha pasado tres años restaurando la casa ella misma, el resultado, pues el que se ve en las fotos… parecía estar en otra época.
Que envidia!!!Paseando entre pinguinos,yo también soy amante de los animales.A disfrutar!!!
Pues David, si te gustan los animales, es el sitio ideal… seguro que hay donde puedes ver mas, pero es que los de ahí son la mar de tranquilos 🙂